miércoles, 29 de junio de 2016

Beneficiados y perjudicados por el sistema electoral

Como ocurre en todas las elecciones, hay partidos beneficiados por la ley electoral y otros que son perjudicados por la misma. En España, como saben, la circunscripción es la provincia, más Ceuta y Melilla. 52 circunscripciones, de las cuales, más de la mitad reparten solamente entre 1 y 5 diputados, resultando de ello el efecto (sesgo) mayoritario del sistema electoral español, lo que perjudica claramente a los partidos menos votados en esas circunscripciones, al igual que aquellos partidos que tienen el voto muy disperso, sin ser un voto consistente en todo el territorio nacional.

En las elecciones generales del 26 de junio hemos vuelto a ver esos efectos, que hacen que algunos partidos obtengan unos resultados en cuanto a escaños más favorables a lo que consiguen en votos (y viceversa).

En esta ocasión, los partidos más beneficiados, como viene ocurriendo desde la Transición y las primeras elecciones de 1977, consecuencia de ese efecto mayoritario, han sido los dos partidos más votados. Por su lado, los partidos más perjudicados por el sistema electoral han sido C’s (-4%) y PACMA (-1.19%), como se puede observar en el siguiente gráfico. 


C’s ha sido el partido más perjudicado, obteniendo una proporcionalidad negativa de 4 puntos. Es decir, ha obtenido un 4% más de votos que de escaños. Por su parte, PACMA ha sufrido una proporcionalidad negativa de algo más de 1 punto.

Por el otro lado, la sobrerrepresentación parlamentaria la encabezan los dos grandes partidos, como no puede ser de otra manera. El PP obtiene una diferencia de 6 puntos (un 6% más de escaños que de votos), mientras que el PSOE alcanza una proporcionalidad positiva de casi 2 puntos.

Podemos sufre un poco de infrarrepresentación (-0.47%), algo que no se corrige cuando se efectúa la suma de los votos y escaños de las confluencias. Unidos Podemos en total suma 71 escaños (20.3% de los escaños en juego), mientras que obtuvo el 21.1% de los votos, generando una proporcionalidad electoral de -0.8%.

Aunque parezca lo contrario, Unidos Podemos sí ha sido beneficiado por el sistema electoral. No en proporcionalidad, pero sí haciendo que la pérdida de escaños fuera menor que la de votos (perdiendo algo más de 1 millón de votos respecto a la suma ‘Podemos+confluencias+IU’ de diciembre, no ha tenido efecto en escaños).

Los partidos nacionalistas, por su parte, y como viene siendo costumbre, son los que más se ajustan al valor cero (la proporcionalidad perfecta). Esto ocurre porque sus electorados están concentrados en poco espacio geográfico y, por tanto, en pocas circunscripciones (2 en el caso de CC, 3 para PNV y 4 para EH-Bildu, ERC y CDC).

C’s y PACMA: perjudicados por motivos diferentes

Si bien es cierto que C’s y el Partido Animalista han sido los más perjudicados, como he dicho antes, con una proporcionalidad negativa de 4 y 1 por ciento, respectivamente, consiguen ese efecto negativo por razones diferentes.

En el caso de C’s es castigado por el «voto útil» y perjudicado al ser el 4º partido en muchas circunscripciones pequeñas y medianas, obteniendo menos escaños que, por ejemplo, PP, PSOE y Unidos Podemos. Con el siguiente ejemplo se puede ver con mayor claridad como C’s se resiente más cuanto menor es el tamaño de una circunscripción, respecto a PP y PSOE.

Tabla 1. Diferencia entre % de escaños y votos según el tamaño de circunscripción.


La tabla 1 nos muestra cómo C’s alcanza cotas más altas de proporcionalidad negativa conforme disminuye el tamaño de la circunscripción. Por tanto, le penaliza bastante ser el cuarto partido, o incluso tercero, en circunscripciones más pequeñas.

Por su parte, Unidos Podemos solo sufre infrarrepresentación en las circunscripciones más pequeñas, como consecuencia del efecto mayoritario que he dicho antes.

En cambio, PP y PSOE alcanzan cotas de proporcionalidad positiva más pequeñas cuanto más grande es la circunscripción, llegando incluso a obtener una proporcionalidad negativa, aunque no muy elevada. Según vamos hacia las circunscripciones pequeñas, se observa que son más beneficiados.

Esto es a lo que nos referimos los politólogos cuando decimos que la culpa de la desproporcionalidad no la tiene en exclusiva la fórmula electoral D’Hondt, sino la existencia de muchas circunscripciones que reparten pocos escaños, lo que hace sobrerrepresentar en el Congreso a los partidos más votados, en este caso PP y PSOE.

En el caso de PACMA es otro factor el que hace que obtenga 1% de votos y no consiga escaño alguno. El de este partido es sin duda un electorado pequeño y muy disperso. En estas elecciones PACMA ha conseguido casi 285.000 votos, pero distribuidos por todo el territorio nacional. Si esos mismos votos estuvieran concentrados en torno a 2, 3 ó 4 circunscripciones, PACMA obtendría más de 1 escaño con toda seguridad, como demuestra la tabla 2.

Tabla 2. Concentración y dispersión del voto y la variación en escaños.


El sistema electoral español, por la circunscripción provincial, premia la localización del voto y penaliza la dispersión del mismo con un electorado bajo (PP y PSOE también tienen electorado disperso, pero alto en votantes). Esta es la causa de la proporcionalidad negativa de PACMA y que sea el segundo partido más perjudicado del 26-J.

C’s y PACMA están en todo su derecho de reclamar un sistema electoral más proporcional, en el que el voto de todos los españoles valga lo mismo. Otro cantar es la solución. Encontrar un sistema electoral que contente a todos los partidos políticos parece una quimera. Unos quieren estabilidad parlamentaria y primar la gobernabilidad mientras que otros prefieren proporcionalidad, aunque haya poca estabilidad o sea más difícil la formación de gobiernos. 

domingo, 26 de junio de 2016

Diálogo entre Alejandro Ruiz París y David Muñoz Lagarejos (II)

Ayer se publicó la primera parte sobre el diálogo sobre la situación política y el escenario de segundas elecciones generales entre Alejandro Ruiz París y David Muñoz Lagarejos. Hoy toca la segunda parte, con las preguntas de Alejandro y las respuestas de David. 

Esperemos que os guste.

Hola, David. ¿Existen los liberales dentro de los partidos que se presentan a las elecciones? Cuando hablo de liberales, lo hago en el sentido hayekiano. Pienso en políticos como Margaret Thatcher o Ronald Reagan (aunque bien es cierto que la teoría es una cosa y las políticas que aplicaron es otra).

Ninguna línea general de los 4 partidos principales (PP, PSOE, Unidos Podemos y C’s) es liberal. Puede existir algún militante que lo sea, por supuesto. Incluso alguna facción dentro del propio partido. Pero en líneas generales, los que mandan en cada uno de esos 4 partidos no son liberales.
PP y PSOE lo han demostrado cuando han gobernado, con medidas socialdemócratas, como subidas de impuestos, no bajar el gasto público, déficit público, deuda pública (récord en España bajo un Gobierno del PP), etc. Por su lado, Podemos y C’s ya no engañan a nadie. Unos comunistas y los otros socialdemócratas, o como mucho socio-liberales, que no tiene nada que ver con el liberalismo hayekiano, ni mucho menos.

El único partido liberal (libertario) que se presenta a estas elecciones es el Partido Libertario (P-LIB), que propone recuperar sectores secuestrados por políticos y burócratas y devolverlos a la sociedad civil, reducir los ámbitos de actuaciones de las AAPP y que sea el individuo, bajo cooperación voluntaria con otros individuos, los encargados de llevar a cabo los procesos de cambio y mantenimiento en la sociedad.

Otra cuestión que me hago: ¿es Ciudadanos un partido de derechas, liberal, de centro o socialdemócrata? Porque ellos, no quieren hablar ni de rojos ni de azules, se definen de centro. Pero, ¿existe el centro?

Bueno, para responder qué es C’s lo mejor es mirar el CIS y demás encuestas, para ver dónde lo sitúan los españoles y sus propios votantes. Así pues, según el barómetro post-electoral (estudio 3126), el conjunto de votantes españoles situaban a C’s en el 6.63 (centro-derecha), mientras que los propios votantes se situaban a sí mismos en el 5.47 (centro) y situaban a C’s en el 5.85 (centro), en una escala en la que 1 es extrema izquierda y 10 extrema derecha.

Por tanto, se puede decir que los españoles aprecian a C’s como un partido de centro-derecha, mientras sus votantes se autoubican más hacia el centro, al igual que ubican al propio partido. Esto en cuanto la escala ideológica.

Si bien es cierto, desde C’s han dejado constancia de que son un partido que se nutre del liberalismo progresista y del socialismo democrático, esto es, la socialdemocracia. Por tanto, son un partido socio-liberal, un partido que combina elementos liberales (con una visión progresista, el término “liberal” usado en EEUU) con elementos socialdemócratas. En el contexto actual, en el que en España impera el consenso socialdemócrata, son éstas ideas las únicas que tienen éxito entre la mayoría del electorado, por desgracia.


Por otro lado, en tu opinión, ¿qué le ha ocurrido a la derecha española? En el año 90, con el X Congreso del Partido Popular, Aznar parecía que había conseguido aglutinar a liberales, democristianos y conservadores y que su unión se había consolidado a lo largo de los años. ¿Sigue unido el centro derecha? De no ser así, ¿por qué crees que se ha producido esta desunión?

La derecha española estuvo unida en los años 90, cuando el PP estaba en auge y el Gobierno de González moribundo. La victoria del PP en las generales de 1996 así lo demuestra, más aún con la mayoría absoluta en 2000.

El problema viene cuando se quiere unir a ciertas ideologías sin representarlas. A partir de la crisis de 2007, el PP se ha centrado exclusivamente en la parte económica, sin hablar de reformas políticas necesarias, en pro de reducir el Estado y el poder que hoy en día tienen políticos y burócratas, que hacen y deshacen a su antojo, la mayoría de las veces con el beneplácito de la Unión Europea.
En los últimos años, el PP ha tomado una vía que no representa esa unión de los años 90 y principios de siglo. Mariano Rajoy ha tecnocratizado el partido. Para más inri, dijo que si liberales o conservadores se querían ir del PP, ahí tenían la puerta. Fue un error gravísimo.

El centro-derecha no está unido, o no al menos en la figura del Partido Popular. El problema es que es una posición ideológica que agrupa a varias ideologías, muchas veces contrarias entre ellas. Otra prueba de que el PP no une al centro-derecha en su totalidad es la presencia de C’s, que se nutre de muchos votantes populares.

El PP necesita reformarse, convertirse en un partido moderno, no enclaustrado. Hay que ir abriendo nuevos caminos de comunicación política y modernizar dichos caminos. Por otro lado, habría que recuperar el protagonismo liberal, plantar cara al consenso socialdemócrata; aunque suena a una quimera mientras siga Mariano Rajoy y compañía al frente del PP.

Podemos ahora parece querer identificarse con la socialdemocracia ¿Es cierto que Marx y Engels eran socialdemócratas tal y como lo entendemos ahora?

Estás de broma, ¿no? (Risas) Por supuesto que Marx y Engels no eran socialdemócratas. Eran comunistas y creían en la lucha de clases para alcanzar la dictadura del proletariado, como así indican en su Manifiesto Comunista, aunque algunos quisieran que se llamara Manifiesto Socialdemócrata.

Lenin, que fue el primer dictador socialista de la historia, militaba en el Partido Socialdemócrata de Rusia, hasta la escisión que acabó, por un lado, con los mencheviques, y por el otro, los bolcheviques. Ya sabemos lo que pasó después en Rusia y eso no tenía nada que ver con la socialdemocracia, sino con la idea marxista, con el comunismo.

Parece que denominarse “socialdemócrata” es la moda ahora en Podemos, porque queda más guay que “comunista” y no refleja la esencia total de su discurso. Es un recurso inteligente desde la ciencia política, donde Podemos se mueve como pez en el agua.

El nuevo programa electoral de Podemos imita el formato del catálogo de IKEA en una clara alusión la tradición socialdemócrata de Suecia. Pero, hemos de decir que tanto en Suecia, Dinamarca, Noruega o Finlandia no cuentan con regulación alguna en cuanto a salario mínimo. Por el contrario, Podemos propone incrementarlo hasta 800€ en 2018. En estos países el despido es prácticamente gratuito ¿Por qué la formación morada intenta identificarse con una serie de países con una legislación laboral claramente contraria a la suya?

En Podemos ocurre lo mismo que en la mayoría de la izquierda española. Ponen de ejemplo los países nórdicos solo para hacer referencia a los Estados tan dimensionados que tienen. Pero nunca cuentan la otra parte del cuento: la libertad económica y unos mercados laborales liberalizados en gran parte.

Los países nórdicos tienen unos Estados grandes porque se los pueden permitir, ya que son países ricos debido a la libertad económica existente en estos países. Desde Podemos no quieren imitar el mercado laboral de estos países, ni su libertad económica, solo quieren hacer (aún más) grande el Estado.

Por último, ¿Crees que se dará el «sorpasso» de Podemos al PSOE tanto en votos como en escaños?

El «sorpasso» de Unidos Podemos al PSOE parece más cerca que nunca, aunque si bien es cierto habrá que esperar al domingo, puesto que son las circunscripciones pequeñas (las que eligen menos de 6 diputados) las que tendrán la última palabra en los escaños de ambos partidos. Muchos escaños se van a decidir por pocos votos y habrá que ver a quién beneficia los restos.

He de decir que cada día que pasa creo que sí, que habrá «sorpasso», tanto en votos como en escaños. La culpa es de Pedro Sánchez, entre otros, por no plantar cara de verdad a Podemos y darle alas en Ayuntamientos y Gobiernos Autonómicos. También influye la polarización del discurso político llevada a cabo desde PP y la propia coalición de Unidos Podemos. 

sábado, 25 de junio de 2016

Diálogo entre Alejandro Ruiz París y David Muñoz Lagarejos (I)

A falta de pocos días para la celebración de unas nuevas elecciones generales, Alejandro Ruiz París y David Muñoz Lagarejos, ambos politólogos (y amigos), se disponen a dialogar entre ellos en torno a la situación política actual de España, y como no, las segundas elecciones en 6 meses.

En esta primera parte constan las preguntas de David y las respuestas de Alejandro. Espero que os guste. Allá vamos.

Hola, Alejandro. Si mal no recuerdo, militas en el Partido Popular. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión? ¿Crees que el PP necesita una renovación, tanto hacia dentro como hacia fuera? ¿Quién podría ser el líder capaz de dicha renovación?

Efectivamente soy afiliado al Partido Popular. Desde mi adolescencia me interesó la política. Mi tío fue concejal, mis abuelos paternos militaban en el partido, pero curiosamente mis padres nunca mostraron gran interés por la política. Fui yo el que empezó a hablar de política en las comidas. Con los años, me enteré de que ellos votaron a Suarez hasta el final. También recuerdo mis primeros años de instituto con la oposición a la intervención en Irak. Pero lo que hizo que con apenas catorce años me terminara por identificar con el Partido fue un suceso local. Yo había estado desde pequeño en la banda de música de mi pueblo, pero de repente, y creo que, por una mala gestión del gobierno socialista de Chinchón en aquella época, se disolvió. Eso hizo que me terminara por decidir por el Partido Popular como mi partido. Es cierto que yo en aquella época no sabía ni que familias lo componían ni que era ser liberal. Finalmente, pasaron los años, uno comenzó a tener un poco más de idea de que era el PP, de que en él había un grupo de políticos (muy especialmente en el PP de Madrid) que se definían como liberales y un día vino Esperanza Aguirre a inaugurar la restauración de la Plaza Mayor. Yo bajé ese día a ver el evento y Luisa, la entonces alcaldesa, se acercó con Aguirre y me la presentó diciendo que era un joven de nuevas. Esto no era verdad, por lo que al día siguiente, decidí bajar a la sede y formalizar mi afiliación. Así me afilié, con 19 años y cuando estaba en mi primer año del doble grado.

Respecto a la renovación, por supuesto creo que hace falta. Estos días estoy leyendo el libro de Esperanza Aguirre Yo no me callo y coincido con ella en que hay que volver a hacer un congreso como el de Sevilla de 1990. En él se comenzó a cargar el partido de ideas que le equiparaban a sus partidos homólogos en Europa y daban respuesta y relato a los problemas de la sociedad de la época. Se preparó un proyecto en educación, de liberación de la economía, adelgazamiento del Estado, política exterior, seguridad etc. En ese congreso jugó un papel muy importante FAES. Creo que hay que renovar el partido como en aquella época, haciendo una reflexión seria sobre la regeneración de la política, sobre los principios que deben regir las soluciones que propongamos. FAES tiene que volver a ser el instrumento para hacerlo porque cuenta con expertos de solvencia, presupuesto y gente muy formada. También creo que, principalmente, la renovación tiene que pasar por una actualización de los principios más que por las personas. Es evidente que las personas son importantes, que Rita Barberá no debería pasar ni un minuto más como senadora (y como ella otros), que es momento de dejar paso a una nueva generación, que hay mucha “casta” en Nuevas Generaciones que no ha hecho nunca nada más allá de mover la bandera en los mítines. Pero también he de decir que en la Universidad y en NNGG he conocido a personas muy solventes, muy bien preparadas y muy capaces. Solo hay que atraer a esa gente y largar a los arribistas. Conjugar a veteranos con noveles.
Desde mi punto de vista, la persona más capaz para hacer la renovación es Pablo Casado. Está formado, tuvo un discurso muy liberar como presidente de NNGG Madrid, ha pasado por FAES y es inteligente. Creo que con él y con Rajoy en la Moncloa se puede acometer la renovación de la vida política española y del partido.

Tanto tú como yo somos liberales, y hasta donde sé, a ambos nos gusta Hayek. ¿Cuál es para ti “la fatal arrogancia” que ha llevado a cabo Mariano Rajoy en su etapa como líder del PP?

Lo primero que hay que tener en cuenta antes de juzgar la acción de gobierno de Rajoy es que cogió el país en una situación crítica. Las cuentas del Estado no eran las que se decían que eran, la prima de riesgo estaba por las nubes, el paro crecía día tras día, la economía no crecía. Era una papeleta muy difícil de resolver. Sobre todo, por las presiones para aceptar un rescate de la economía española en su conjunto (porque lo único que se rescató fue a Bankia, un banco que procedía de nuestra “banca pública”). Algunos dicen que Rajoy solo lee el Marca. Yo digo que puede que pasara mucho tiempo leyendo el Marca para no oír a gente como Garicano que le reclamaba aceptarlo. Aguantar esas presiones tuvo que ser muy, muy difícil y todos estos problemas no se eliminan de la noche a la mañana, y menos en dos años.

Dicho lo cual, la arrogancia de Rajoy ha sido en primer lugar la de atrincherarse él y sus ministros en Moncloa y no explicar por qué han hecho lo que han hecho en economía. En segundo lugar, se centraron solo en la economía y se olvidaron de las reformas que no cuestan dinero. Prometieron dotar de mayor independencia al Consejo General del Poder Judicial, que la elección del tercer tercio volvería al sistema anterior a la reforma socialista donde los jueces y magistrados votaban, y no lo hizo. La reforma de la ley del aborto no fue la prometida y les faltó valor para que el proyecto de Gallardón saliera adelante. Esto son una suma de cosas que desencantan.

Pero, centrándonos en Hayek, el problema del gobierno de Rajoy ha sido el de dejar su gobierno y su partido cada vez con menor contenido ideológico y no contraponerse a las ideas de izquierdas. Desde la Segunda Guerra Mundial a esta parte el paradigma reinante ha sido el de la socialdemocracia. Los partidos conservadores hicieron suyo este paradigma del Estado del Bienestar basado en un aparato estatal cada vez elefantiásico, que cuesta más y que por ende requiere más control sobre el individuo vía impuestos y regulación. Pocos líderes en el mundo se han atrevido a alejarse de él. Salvo Margaret Thatcher o Ronald Reagan, pocos me vienen a la mente que se revolvieran contra ello. Lo más reciente que tenemos es Tony Blair, porque ni Merkel y mucho menos Sarkozy están en esto. También se ha de tener en cuenta como resulta difícil desprenderse de lo que Hayek llama los instintos atávicos. Según el austríaco no hay nada más peligroso que un conservador invadido por estos instintos. Rajoy nunca ha sido un político de confrontación de ideas y menos a partir de 2008. Después de perder las segundas elecciones contra Zapatero hizo un discurso en Elche donde reclamó “si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se vaya”. Esto tiene seguro su origen en los entornos de Aguirre que la intentaron convencer para dar un paso adelante. Por eso en el famoso congreso de Valencia no se acometió la actualización de los principios del partido, para evitar dar voz a los liberales y se apoyó en aquellos dirigentes valencianos que ahora le traen a él y al PP por la calle de la amargura. Esta ha sido su fatal arrogancia. La de no afrontar el combate de la crisis conforme a los principios que caracterizaron al PP, la de tener en el gobierno a un “socialdemócrata” como Montoro.

Dicho esto, tenemos que mirar cómo nos levantábamos en 2011 y cómo nos acostábamos. Prima de riesgo, prima de riesgo, rescate, rescate, rescate.

¿Cómo ves las próximas elecciones generales? ¿Crees que el discurso del miedo a Podemos le vendrá bien al PP y acabará convenciendo al electorado que se quedó en casa el 20-D o seguirán pesando en dicho electorado las traiciones del Gobierno de Rajoy?

Veo una situación con pocas variaciones en cuanto a aritmética parlamentaria. Pero cada día veo más posible el sorpasso de Podemos. No sé si se producirá o les pasará como a Ciudadanos en diciembre. Pero lo veo factible. También creo que el Parido Popular se acercará más esta vez al 30%, creo que a C’s le pasará factura su pacto con el PSOE al ser un partido sin electorado propio y con votos “prestados”. Con esto no quiero decir que los votos sean de nadie. Pero la base de votantes auto-convencidos con la idea de centro es muy pequeña. Hay mucho ex votante del PP desencantado que les votó en diciembre bajo aquello de: yo voy a votar a Cs porque el PP se tiene que renovar y quiero que pacten con ellos para que se haga limpia.

El discurso del miedo no le funcionó a Aguirre contra Carmena en las municipales. El discurso del miedo por sí solo no aporta nada. Creo que aporta más sus propuestas en materia de impuestos, de autónomos, de crear 2 millones de empleos y la imagen que han dado tanto Rajoy como Luis de Guindos en los debates de ser personas que saben gestionar y con experiencia. Llevaron muy controlados los datos de la incipiente recuperación. Eso junto a qué viene Podemos les dará oxígeno. Pero el PP no recuperará el músculo que tenía hasta 2011 mientras no se renueve y actualice sus principios al siglo XXI. Algunos hablan del nuevo PP, yo creo que deberían pensar en la versión 2.0.

¿Habrá sorpasso de Unidos Podemos al PSOE? En caso afirmativo, ¿crees que esa situación ayudará para que el PSOE apoye al PP en una hipotética investidura de Rajoy?

Como he dicho anteriormente lo veo muy probable. Este domingo alguna encuesta dice que PSOE y Podemos sumarían mayoría absoluta. De lo que estoy seguro es de que les superará en votos. Otra cosa serán los escaños, ahí D´Hondt y la olvidada provincia juegan un papel que hace difícil saber cómo se traducirá en escaños.

Respecto a la segunda pregunta, creo que la única salida para el PSOE es que Sánchez termine dimitiendo si esto sucede, que se abstengan, dejen gobernar al PP, que entre PP, C’s y PSOE pacten las reformas institucionales necesarias y en lo demás hagan una oposición feroz a Rajoy. Creo que es su única salida, y, aun así, creo que lo tienen complicado. Lo que tengo claro es que tanto la gran coalición como el pacto con Podemos sería su suicidio político.

Como todos sabemos, varios miembros de Podemos ayudaron en su momento al régimen socialista de Chávez y Maduro desde la fundación CEPS. Tampoco es un secreto la inclinación chavista de todos aquellos que han colaborado en la asesoría de Venezuela. ¿Es Podemos, por tanto, un partido de corte chavista? ¿O es socialdemócrata? ¿Hasta qué punto crees que puede confundir a la gente esa idea de “transversalidad” que ahora han perdido en su unión con IU?

La videoteca está ahí, la hemeroteca también y puede que el resto intenten ocultar lo que de verdad piensan, pero Monedero dice lo que dice. Lo que está claro, y por mucho catálogo de IKEA que hagan, es que socialdemócratas no son. Hasta no hace mucho Pablo Iglesias cerraba las campañas de Tsipras. Creo que debemos hablar de Venezuela, pero que lo que realmente se puede dar en nuestro país es lo de Grecia. Por cierto, Alberto Garzón también era telonero de Tsipras y se declara comunista. Las hemerotecas están ahí y las puede consultar todo el que quiera. Pablo Iglesias, por conquistar el poder se declarará cualquier cosa. Hoy toca socialdemócrata, pero si mañana por estrategia le toca decir que es del PP, estoy seguro que lo diría.

Por último, ¿te atreverías a hacer una porra de escaños (aproximados) para el 26-J?

Si, por supuesto, PP 124, Unidos Podemos 86, PSOE 73 y C’s 35. El próximo domingo sabremos cual es el resultado. El Gobierno será otro cantar.

jueves, 23 de junio de 2016

No repitamos experiencias del pasado (Revista Alba)

El próximo domingo 26 de junio se celebrarán en España unas nuevas elecciones generales, como consecuencia de la falta de acuerdo y entendimiento que surgió de los resultados electorales del 20-D. Aunque pueda parecer un domingo más, no lo es, y España se juega mucho.

Muchos dicen que hablar de la coalición Unidos Podemos (que integra Podemos e IU, esto es, al PCE, y a las confluencias de En Comú Podem, Compromís-Podemos y En Marea) es hablar de miedo. Ellos dicen que no hay que tenerles miedo, que solo vienen a cambiar la política y devolvérsela a la gente (sic), a la «Patria», que lo llaman ahora, entre corazones y odas a la sonrisa. Pero yo sí tengo miedo a los comunistas, cuyo objetivo no es otro que imitar, en lo posible, a la España de la II República, inspirada en la Unión Soviética, como no puede ser de otra forma, por mucho que se autodenominen «socialdemócratas» y por mucho que se vistan de corderos por rédito electoral.

La idea de fondo de Unidos Podemos no es otra, de cara al electorado, que un Gobierno «progresista» que ponga fin a las políticas llevadas a cabo por el PP. De las políticas del PSOE de Zapatero se «olvidan», pues saben que si atacan por ese lado, el Partido Socialista sería más reacio a un posible pacto de gobierno. No interesa hablar de lo que hubo antes del PP, nuevamente por intereses electorales.

La idea de «progreso» infundada tanto en Podemos (populismo socialista) como en IU (comunismo) se basa en una idea de la España de la II República, como he dicho antes, en la que una sociedad dividida en dos y el auge de la radicalización política acabaron en la Guerra Civil. El discurso de ambos partidos, de corte guerracivilista, tiene como objetivo, simple y llanamente cambiar una oligarquía por otra, como hicieron los bolcheviques en la Rusia de 1917, que nada tiene que ver precisamente con el progreso y la libertad. Este discurso se vuelve más efectivo con el caldo de cultivo de la situación actual, en una crisis tanto económica, como política e institucional. Y ahí han sabido sacar provecho, como ya hicieran Hugo Chávez y compañía en Venezuela hace (casi) dos décadas.

Este domingo España se juega bastante; puede llegar un cambio, pero a peor. No seré yo el que defienda a este PP, corrupto y falto a la verdad con su electorado y con España, al fin y al cabo, que ha abandonado las ideas liberales-conservadoras que llevaban por bandera bajo el mandato de José María Aznar. Pero tampoco seré yo el que defienda, ni mucho menos, al resto de partidos de carácter nacional y autonómico. La Partitocracia, dueña del consenso socialdemócrata, es corrupción y falta de libertad, lo sabemos.

Pero no por ello España se debe permitir un Gobierno populista. España merece algo mejor. Las ideas de la libertad no triunfan en España porque «nos han educado» bajo socialdemocracia; debemos apostar por ellas si queremos ser un país libre y próspero.
Unidos Podemos representa todo lo contrario (represión y regresión), junto con un PSOE radicalizado, que tan bien recuerda a la idea del Frente Popular (la radicalización política por definición).

Íñigo Errejón lo ha repetido en alguna ocasión: «Nuestra tarea es repetir a Lenin». Ya saben: «Paz, Pan y Tierra» (al final, nada de eso) en lo que terminó siendo la primera dictadura socialista (como no podía ser de otra forma) de la historia. ¿Quieren eso para Vds.? 



miércoles, 15 de junio de 2016

El PSOE ante el 26-J: dudas según la escala ideológica

A menos de 15 días para las elecciones generales, todo parece indicar que el papel más complicado en esta campaña electoral lo van a jugar PSOE y C’s.
El Partido Socialista, a la luz del barómetro pre-electoral publicado en los últimos días por el CIS, junto a encuestas anteriores, muestra un ‘acorralamiento’ ideológico: por su izquierda el preferido es Podemos, mientras que por su derecha el favorito es C’s. Así pues, el PSOE solo ‘gana’ en el 4 ideológico, correspondiente al centro-izquierda.
En esta situación de ‘embotellamiento’, el papel de los indecisos juega un papel primordial (siempre lo hacen, pues al ser un porcentaje generalmente elevado, su decisión puede transformar hacia un lado o hacia el otro el resultado electoral). En el 4, único punto ideológico en el que el PSOE consigue atraer más votantes que Podemos y C’s, las dudas del voto están repartidas de la siguiente forma:
Como se puede observar, un 16.2% de los indecisos que se ubican en el 4 están dudando entre PSOE y C’s. Por su lado, el 13.2% de estos indecisos dudan entre votar al PSOE o a Podemos. Por detrás quedan las dudas entre PP y PSOE (un 6.9% de los indecisos ubicados en el 4 dudan entre el PSOE y el partido más a la derecha. Surrealista) y entre Podemos y C’s (3.3%), justo los dos partidos que acorralan ideológicamente al PSOE.
El resultado del PSOE en las próximas elecciones generales dependerá en gran medida, hacia donde vaya la balanza de los indecisos. Si logran captar el voto, ya no solo del 4, sino acercarse a Podemos y C’s, en el 3 y 5 respectivamente, el PSOE podría sobrevivir electoralmente. Si dicha balanza, por el contrario, se inclina hacia sus laterales, o se queda como está, el PSOE no logrará ganar muchos más votos que el 20-D.
En el 3 también se producen grandes dudas entre PSOE, Podemos y C’s. Un 13.9% de los indecisos en este punto ideológico dudan entre PSOE y Podemos. Un 6.7% son los indecisos entre PSOE y C’s, mientras que solo un 3% dudan en este punto de la escala ideológica entre Podemos y C’s y un 2.4% entre PP y PSOE.

Por su lado, en el 5 ideológico (el centro), donde C’s consiguió atraer más votantes el pasado 20 de diciembre, un 13.5% de los indecisos que se ubican en este punto dudan entre PP y PSOE (en la ubicación ideológica de la derecha, mayor es la duda PP/PSOE).
Por otro lado, al tratarse del centro, la duda es mayor entre PSOE y C’s que entre PSOE y Podemos (mayor en la izquierda y centro-izquierda). Los que dudan entre el PSOE y C’s alcanzan el 11.8 % por el 5.2% que representan los indecisos entre PSOE y Podemos; mientras que los que dudan entre Podemos y C’s son el 3.9% (en este punto ideológico).

El 26-J habrá que ver cómo se comportan y votan los electores ubicados en el 3, 4 y 5 de la escala ideológica. Por aquí pasa una de las grandes opciones de que el PSOE logre salvar, en principio, su resultado electoral: si logra mantener ser el más votado en el 4 y arrebatar votos en el 3 y en el 5. De lo contrario, lo tendrá complicado para evitar el «sorpasso» (en el que entran en juego más factores). Pero, a priori, el ‘acorralamiento’ ideológico parece un hándicap para el PSOE, que tendrá que superar de cara a las elecciones generales para sacar algo más de provecho en su resultado electoral.

martes, 7 de junio de 2016

El capitalismo es lo más compatible con la vida y la democracia

En la Asamblea de Izquierda Unida que se celebró el pasado 5 de junio, la cual sirvió para que Alberto Garzón se consolidara como el líder del propio partido, él mismo fue quien dijo una frase que, a la luz de los datos, no hay por donde cogerla. La frase es la siguiente, la cual dijo Garzón muy convencido: «El capitalismo es incompatible con la vida y la democracia». 

La hegemonía cultural, propia del populismo socialista, ha hecho estragos en los últimos años, haciendo ver al "capitalismo neoliberal" como la fuerza predominante y la causa de todos nuestros males, como ha escrito recientemente en un artículo George Monbiot. 

¿Pero es verdad que el capitalismo (de libre mercado -laissez faire-, pues los demás tipos de "capitalismo" que se inventan desde posiciones de la izquierda poco tienen que ver con él, sino con intervencionismo) algo incompatible con la vida y con la democracia?

Empezaré analizando la cuestión de la vida. Uno de los pilares básicos, como derecho natural, del liberalismo es precisamente la Vida. ¿Cómo es la esperanza de vida en aquellos países con economías más libres, capitalistas, donde el Estado interfiere lo menos posible? Para ello acudo al Índice de Libertad Económica que realiza el Instituto Fraser, donde recoge el dato de la esperanza de vida según el tipo de economía. 



Como se puede observar, los países calificados como "most free" (más libres), tienen una esperanza de vida de 80 años. Cuanto menos libre es una economía, menos esperanza de vida hay en ese país, hasta el punto de que en las economías más intervenidas "least free" hay una esperanza de vida casi 20 años menor que en las economías más libres. 

Primer fallo de Alberto Garzón. Las economías libres y capitalistas SÍ son compatibles con la vida, al contrario que las economías intervenidas y planificadas desde el Estado, modelo a todas luces de Unidos Podemos y el propio Alberto Garzón, incluso de su hermano Eduardo "imprimir dinero no crea inflación" Garzón.

Veamos ahora si el capitalismo es incompatible con la democracia. Antes de nada quiero decir que hay una "democracia" popular con la cual sí es incompatible el capitalismo: la dictadura del proletariado, que tanto ansían desde IU y Podemos, por mucho que digan lo contrario.

Para comprobar el desempeño democrático según el tipo de economía, recojo la relación que hace la Heritage Foundation entre libertad económica y gobernanza democrática, en consonancia con la clasificación que realiza la Unidad de Inteligencia de The Economist, el cual basa los resultados en 60 indicadores que se agrupan en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del Gobierno, participación política y cultura política. 

Para el año 2014, las 10 primeras posiciones eran las siguientes:


¿Hay relación entre gobernanza democrática y libertad económica? Por supuesto que sí, los países con economías más libres suelen estar más arriba en el ránking de democracias que realiza The Economist. En el siguiente gráfico se observa mejor.


Como se puede observar, existe una tendencia hacia mayor democracia cuanto más libre es la economía de un país (con algunas excepciones, como todo en esta vida). ¿Qué explica ésto? Según la propia Heritage Foundation, «al empoderar a las personas para que ejerzan un mayor control de su vida diaria, la libertad económica da pie en última instancia a la reforma política, haciendo posible que las personas obtengan los recursos económicos que necesitan para plantar cara a intereses establecidos y competir por el poder político, fomentando así la creación de sociedades más plurales».

Por tanto, Alberto Garzón está equivocado (algo que no sorprende, por la reincidencia). El capitalismo es compatible con la vida y la democracia; de hecho, lo es más que el socialismo y cualquier intervencionismo en la economía. 

Decir que el capitalismo no es compatible con la vida y la democracia es adoctrinar a aquellos que se creen todo lo que dices, sin comprobar datos o nivel de vida en economías capitalistas. La hegemonía cultural, al fin y al cabo, consiste en eso, infiltrarse en medios de comunicación, universidades, etc. para crear un discurso popular que beneficie tu objetivo político. Y como en todo populismo, la mentira es clave en dicho discurso. 


miércoles, 1 de junio de 2016

Unidos Podemos o por qué quedar 2º en votos no implica quedar automáticamente 2º en escaños

A falta de un mes para las próximas elecciones generales, la gran mayoría de encuestas y runrún político gira en torno al posible «sorpasso» de la coalición Unidos Podemos al PSOE. El 20-D el PSOE quedó por encima de Podemos y sus confluencias, toda vez que IU iba por su lado y fue el partido más perjudicado por el sistema electoral, como viene ocurriendo desde las elecciones de 1977.

Ahora bien, si todo apunta a que Unidos Podemos superará al PSOE en votos, ¿lo hará en escaños? Analizando el sistema electoral español se puede llegar a la conclusión de que no hay que tirar las campanas al vuelo sobre el adelantamiento de Unidos Podemos al PSOE en cuanto a escaños.

El sistema electoral español está formado por 52 circunscripciones provinciales (las 50 provincias más Ceuta y Melilla), que se pueden dividir en 3 tipos: pequeñas (eligen entre 1 y 5 diputados), medianas (entre 6 y 9) y grandes (las que eligen a partir de 10 diputados).

A su vez, el sistema electoral español, pese a considerarse proporcional, tiene un efecto mayoritario: demasiadas circunscripciones eligen poco diputados (de las 52 circunscripciones, más de la mitad (28) son pequeñas). ¿Qué se traduce de esto? Como es de esperar, en esas circunscripciones que eligen pocos diputados, son elegidos los candidatos de los partidos más votados, dejando fuera de la asignación de escaños, aunque consigan un alto porcentaje de voto, a terceros y cuartos partidos.

Esta es una de las claves donde puede estar un «sorpasso» fallido de Unidos Podemos al PSOE en cuanto a escaños. Como he dicho, el sistema electoral español, aun siendo proporcional, tiene un efecto mayoritario. En esas circunscripciones donde se eligen menos diputados, se fomenta más el bipartidismo a través del «voto útil», que es la percepción que tiene el votante de que el partido que le gustaría elegir no tiene muchas posibilidades de lograr representación, optando el votante entonces por un partido mayoritario.

En el siguiente cuadro se observa el resultado que obtuvieron el PSOE y la suma Podemos+IU en cada circunscripción (salvo Ceuta y Melilla, donde obtiene el escaño el partido más votado, generalmente el PP).

Circunscripción
Escaños
PSOE
Podemos
Diferencia de votos * (redondeo)
Pequeñas




Soria
2
1
-
40.000
Ávila
3
1
-
4.000
Cuenca
1
-
20.000
Guadalajara
1
1
1.000
Huesca
1
1
3.000
Palencia
1
-
7.000
Segovia
1
-
3.000
Teruel
1
1
4.000
Zamora
1
-
5.000
Álava
4
-
2
-29.000
Albacete
1
1
24.000
Burgos
1
1
-2.000
Cáceres
2
-
43.000
Lérida
1
1
-6.000
Lugo
1
1
10.000
Orense
1
1
10.000
La Rioja
1
1
7.000
Salamanca
1
-
13.000
Cantabria
5
1
1
1.000
Castellón
1
1
-17.000
Ciudad Real
2
1
45.000
Huelva
2
1
25.000
Jaén
2
1
85.000
León
1
1
9.000
Navarra
1
2
-40.000
Valladolid
1
1
13.000
Medianas




Almería
6
2
1
39.000
Badajoz
3
1
89.000
Córdoba
2
1
45.000
Gerona
1
1
-12.000
Guipúzcoa
1
2
-56.000
Tarragona
1
1
-18.000
Toledo
2
1
42.000
Granada
7
2
2
50.000
Pontevedra
2
2
-40.000
SC de Tenerife
2
2
-7.000
Zaragoza
2
2
-17.000
Asturias
8
2
2
-40.000
Baleares
2
2
-34.000
La Coruña
2
2
-40.000
Las Palmas
2
3
-35.000
Vizcaya
1
3
-103.000
Cádiz
9
3
2
12.000
Grandes




Murcia
10
2
2
14.000
Málaga
11
3
3
23.000
Alicante
12
3
3
-46.000
Sevilla
5
3
100.000
Valencia
15
3
5
-189.000
Barcelona
31
5
9
-303.000
Madrid
36
6
10
-297.000

*Para la diferencia de votos: (Votos del PSOE – votos de Podemos/IU). El signo negativo indica que en esa circunscripción ha sido más votada la suma de Podemos e IU.

Como se puede observar, el PSOE obtiene una diferencia mayor en las circunscripciones pequeñas y medianas que la suma de Podemos+IU en las circunscripciones grandes. 



Escaños por tipo de circunscripción

Pequeñas
Medianas
Grandes
PSOE
29
32
27
Podemos + IU
20
30
35

El PSOE obtiene una diferencia de escaños mayor conforme disminuye el tamaño de la circunscripción. Mientras en las circunscripciones grandes Podemos obtiene 35 diputados, en las pequeñas solo llega a conseguir 20. Lo que confirma el efecto mayoritario del sistema electoral español, por el cual, los partidos más votados (en este caso, PP y PSOE) obtienen una prima de escaños en las circunscripciones pequeñas y medianas. 



Diferencia de votos por tipo de circunscripción

Pequeñas
Medianas
Grandes
PSOE
278.000
-
-
Podemos + IU
-
125.000
698.000

La clave para entender por qué el PSOE puede ser 3º en votos, pero 2º en escaños la tenemos en la diferencia de votos. Para las circunscripciones pequeñas, donde el PSOE sacó 9 escaños de diferencia con Podemos+IU, obtuvo solo 278.000 votos de diferencia.

En las circunscripciones medianas, en las que el PSOE consiguió 2 escaños más, sin embargo, fue la suma entre Podemos e IU la que consiguió más votos. En total, la coalición obtuvo 125.000 votos más que el Partido Socialista.

Y en las circunscripciones grandes, donde Podemos obtiene más ventaja, la suma con IU les dio 8 escaños más. En votos, la coalición consiguió 698.000 votos más respecto al PSOE.

Esto nos hace una idea respecto al 26-J. En aquellas circunscripciones donde menos escaños se reparten, el PSOE obtiene una ventaja de escaños, pero no de votos, al ser provincias más pequeñas también en habitantes.

Por tanto, Unidos Podemos puede ganar en votos, pero entra dentro de lo posible que no supere al PSOE en escaños. Allí donde el PSOE ganó a Podemos+IU en escaños, lo hizo con una diferencia de votos menor a la existente donde ganó la suma de Podemos e IU.



Las claves del 26-J estarán, por un lado, en las circunscripciones donde PSOE y Unidos Podemos consigan atraer más votantes que el contrario, y, por el otro, en la edad de sus electorados. 


Mientras las circunscripciones pequeñas (según el efecto del «voto útil») y el electorado mayor de 55 años sigan apoyando (y votando) al PSOE más que a Unidos Podemos, las opciones de «sorpasso» se alejarán. El apoyo a Unidos Podemos se encuentra, en mayor medida, entre las circunscripciones grandes y, por edad, entre los jóvenes, menos movilizados de cara a las elecciones, por lo que si aumenta la abstención, puede penalizar en buena medida el resultado electoral de dicha coalición.