martes, 7 de junio de 2016

El capitalismo es lo más compatible con la vida y la democracia

En la Asamblea de Izquierda Unida que se celebró el pasado 5 de junio, la cual sirvió para que Alberto Garzón se consolidara como el líder del propio partido, él mismo fue quien dijo una frase que, a la luz de los datos, no hay por donde cogerla. La frase es la siguiente, la cual dijo Garzón muy convencido: «El capitalismo es incompatible con la vida y la democracia». 

La hegemonía cultural, propia del populismo socialista, ha hecho estragos en los últimos años, haciendo ver al "capitalismo neoliberal" como la fuerza predominante y la causa de todos nuestros males, como ha escrito recientemente en un artículo George Monbiot. 

¿Pero es verdad que el capitalismo (de libre mercado -laissez faire-, pues los demás tipos de "capitalismo" que se inventan desde posiciones de la izquierda poco tienen que ver con él, sino con intervencionismo) algo incompatible con la vida y con la democracia?

Empezaré analizando la cuestión de la vida. Uno de los pilares básicos, como derecho natural, del liberalismo es precisamente la Vida. ¿Cómo es la esperanza de vida en aquellos países con economías más libres, capitalistas, donde el Estado interfiere lo menos posible? Para ello acudo al Índice de Libertad Económica que realiza el Instituto Fraser, donde recoge el dato de la esperanza de vida según el tipo de economía. 



Como se puede observar, los países calificados como "most free" (más libres), tienen una esperanza de vida de 80 años. Cuanto menos libre es una economía, menos esperanza de vida hay en ese país, hasta el punto de que en las economías más intervenidas "least free" hay una esperanza de vida casi 20 años menor que en las economías más libres. 

Primer fallo de Alberto Garzón. Las economías libres y capitalistas SÍ son compatibles con la vida, al contrario que las economías intervenidas y planificadas desde el Estado, modelo a todas luces de Unidos Podemos y el propio Alberto Garzón, incluso de su hermano Eduardo "imprimir dinero no crea inflación" Garzón.

Veamos ahora si el capitalismo es incompatible con la democracia. Antes de nada quiero decir que hay una "democracia" popular con la cual sí es incompatible el capitalismo: la dictadura del proletariado, que tanto ansían desde IU y Podemos, por mucho que digan lo contrario.

Para comprobar el desempeño democrático según el tipo de economía, recojo la relación que hace la Heritage Foundation entre libertad económica y gobernanza democrática, en consonancia con la clasificación que realiza la Unidad de Inteligencia de The Economist, el cual basa los resultados en 60 indicadores que se agrupan en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del Gobierno, participación política y cultura política. 

Para el año 2014, las 10 primeras posiciones eran las siguientes:


¿Hay relación entre gobernanza democrática y libertad económica? Por supuesto que sí, los países con economías más libres suelen estar más arriba en el ránking de democracias que realiza The Economist. En el siguiente gráfico se observa mejor.


Como se puede observar, existe una tendencia hacia mayor democracia cuanto más libre es la economía de un país (con algunas excepciones, como todo en esta vida). ¿Qué explica ésto? Según la propia Heritage Foundation, «al empoderar a las personas para que ejerzan un mayor control de su vida diaria, la libertad económica da pie en última instancia a la reforma política, haciendo posible que las personas obtengan los recursos económicos que necesitan para plantar cara a intereses establecidos y competir por el poder político, fomentando así la creación de sociedades más plurales».

Por tanto, Alberto Garzón está equivocado (algo que no sorprende, por la reincidencia). El capitalismo es compatible con la vida y la democracia; de hecho, lo es más que el socialismo y cualquier intervencionismo en la economía. 

Decir que el capitalismo no es compatible con la vida y la democracia es adoctrinar a aquellos que se creen todo lo que dices, sin comprobar datos o nivel de vida en economías capitalistas. La hegemonía cultural, al fin y al cabo, consiste en eso, infiltrarse en medios de comunicación, universidades, etc. para crear un discurso popular que beneficie tu objetivo político. Y como en todo populismo, la mentira es clave en dicho discurso. 


3 comentarios:

  1. Me ha encantado el artículo, señor Muñoz. Claro y certero. Gracias.

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  2. El éxito de una democracia está muy ligado al desarrollo económico. Hay muchos estudios que analizan la relación entre estabilidad y tiempo de vida de una democracia de acuerdo a la renta per capita de un país. Un ejemplo muy claro es España. ¿El éxito de la Transición fue debido a una sociedad madura política con ansias de libertad?. La única verdadera libertad que anhelaba el español medio era ver a una tía en bolas en el cine, en la prensa o en TV.
    El pacto de estabilización del 1959 y el consecuente desarrollo posterior, generó una potente clase media que facilitó el cambio de sistema político. Con una España empobrecida. el camino hubiese sido mucho más arduo.

    Lo que no veo tan claro es la relación inversa: la democracia, muchas veces, es incompatible con el capitalismo y con los derechos civiles. El ejemplo reciente de Suiza es claro. Muchos liberales han aplaudido la sabiduría del pueblo suizo y, si nos paramos a pensar, una sociedad que respete la vida, la propiedad y la libertad no hubiese permitido un referéndum sobre la renta básica.
    Hay valores, principios, derechos que son punto de partida y no puedes estar sometidos al capricho de un individuo, de una minoría o de una mayoría por muy democrática que sea.

    Afinando un poco más, el libre mercado es la verdadera democracia; es el referendum constante en el que se vota constantemente a un producto, servicio, plan empresarial... y las implicaciones de estas decisiones están muy acotadas sin externalizarlas al resto.

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