A falta de pocos días para la celebración de unas nuevas
elecciones generales, Alejandro Ruiz París y David Muñoz Lagarejos, ambos politólogos (y amigos), se disponen a dialogar entre ellos en torno a la
situación política actual de España, y como no, las segundas elecciones en 6 meses.
En esta primera parte constan las preguntas de David y las
respuestas de Alejandro. Espero que os guste. Allá vamos.
Hola, Alejandro. Si
mal no recuerdo, militas en el Partido Popular. ¿Qué te llevó a tomar esa
decisión? ¿Crees que el PP necesita una renovación, tanto hacia dentro como
hacia fuera? ¿Quién podría ser el líder capaz de dicha renovación?
Efectivamente soy afiliado al Partido Popular. Desde mi
adolescencia me interesó la política. Mi tío fue concejal, mis abuelos paternos
militaban en el partido, pero curiosamente mis padres nunca mostraron gran
interés por la política. Fui yo el que empezó a hablar de política en las
comidas. Con los años, me enteré de que ellos votaron a Suarez hasta el final.
También recuerdo mis primeros años de instituto con la oposición a la
intervención en Irak. Pero lo que hizo que con apenas catorce años me terminara
por identificar con el Partido fue un suceso local. Yo había estado desde
pequeño en la banda de música de mi pueblo, pero de repente, y creo que, por
una mala gestión del gobierno socialista de Chinchón en aquella época, se
disolvió. Eso hizo que me terminara por decidir por el Partido Popular como mi
partido. Es cierto que yo en aquella época no sabía ni que familias lo
componían ni que era ser liberal. Finalmente, pasaron los años, uno comenzó a
tener un poco más de idea de que era el PP, de que en él había un grupo de
políticos (muy especialmente en el PP de Madrid) que se definían como liberales
y un día vino Esperanza Aguirre a inaugurar la restauración de la Plaza Mayor.
Yo bajé ese día a ver el evento y Luisa, la entonces alcaldesa, se acercó con
Aguirre y me la presentó diciendo que era un joven de nuevas. Esto no era
verdad, por lo que al día siguiente, decidí bajar a la sede y formalizar mi
afiliación. Así me afilié, con 19 años y cuando estaba en mi primer año del
doble grado.
Respecto a la renovación, por supuesto creo que hace falta.
Estos días estoy leyendo el libro de Esperanza Aguirre Yo no me callo y coincido con ella en que hay que volver a hacer un
congreso como el de Sevilla de 1990. En él se comenzó a cargar el partido de ideas
que le equiparaban a sus partidos homólogos en Europa y daban respuesta y
relato a los problemas de la sociedad de la época. Se preparó un proyecto en
educación, de liberación de la economía, adelgazamiento del Estado, política
exterior, seguridad etc. En ese congreso jugó un papel muy importante FAES.
Creo que hay que renovar el partido como en aquella época, haciendo una
reflexión seria sobre la regeneración de la política, sobre los principios que
deben regir las soluciones que propongamos. FAES tiene que volver a ser el
instrumento para hacerlo porque cuenta con expertos de solvencia, presupuesto y
gente muy formada. También creo que, principalmente, la renovación tiene que
pasar por una actualización de los principios más que por las personas. Es evidente
que las personas son importantes, que Rita Barberá no debería pasar ni un
minuto más como senadora (y como ella otros), que es momento de dejar paso a
una nueva generación, que hay mucha “casta” en Nuevas Generaciones que no ha
hecho nunca nada más allá de mover la bandera en los mítines. Pero también he
de decir que en la Universidad y en NNGG he conocido a personas muy solventes,
muy bien preparadas y muy capaces. Solo hay que atraer a esa gente y largar a
los arribistas. Conjugar a veteranos con noveles.
Desde mi punto de vista, la persona más capaz para hacer la
renovación es Pablo Casado. Está formado, tuvo un discurso muy liberar como
presidente de NNGG Madrid, ha pasado por FAES y es inteligente. Creo que con él
y con Rajoy en la Moncloa se puede acometer la renovación de la vida política
española y del partido.
Tanto tú como yo
somos liberales, y hasta donde sé, a ambos nos gusta Hayek. ¿Cuál es para ti
“la fatal arrogancia” que ha llevado a cabo Mariano Rajoy en su etapa como
líder del PP?
Lo primero que hay que tener en cuenta antes de juzgar la
acción de gobierno de Rajoy es que cogió el país en una situación crítica. Las
cuentas del Estado no eran las que se decían que eran, la prima de riesgo
estaba por las nubes, el paro crecía día tras día, la economía no crecía. Era
una papeleta muy difícil de resolver. Sobre todo, por las presiones para
aceptar un rescate de la economía española en su conjunto (porque lo único que
se rescató fue a Bankia, un banco que procedía de nuestra “banca pública”).
Algunos dicen que Rajoy solo lee el Marca. Yo digo que puede que pasara mucho
tiempo leyendo el Marca para no oír a gente como Garicano que le reclamaba
aceptarlo. Aguantar esas presiones tuvo que ser muy, muy difícil y todos estos
problemas no se eliminan de la noche a la mañana, y menos en dos años.
Dicho lo cual, la arrogancia de Rajoy ha sido en primer
lugar la de atrincherarse él y sus ministros en Moncloa y no explicar por qué
han hecho lo que han hecho en economía. En segundo lugar, se centraron solo en
la economía y se olvidaron de las reformas que no cuestan dinero. Prometieron
dotar de mayor independencia al Consejo General del Poder Judicial, que la
elección del tercer tercio volvería al sistema anterior a la reforma socialista
donde los jueces y magistrados votaban, y no lo hizo. La reforma de la ley del
aborto no fue la prometida y les faltó valor para que el proyecto de Gallardón
saliera adelante. Esto son una suma de cosas que desencantan.
Pero, centrándonos en Hayek, el problema del gobierno de
Rajoy ha sido el de dejar su gobierno y su partido cada vez con menor contenido
ideológico y no contraponerse a las ideas de izquierdas. Desde la Segunda
Guerra Mundial a esta parte el paradigma reinante ha sido el de la
socialdemocracia. Los partidos conservadores hicieron suyo este paradigma del
Estado del Bienestar basado en un aparato estatal cada vez elefantiásico, que
cuesta más y que por ende requiere más control sobre el individuo vía impuestos
y regulación. Pocos líderes en el mundo se han atrevido a alejarse de él. Salvo
Margaret Thatcher o Ronald Reagan, pocos me vienen a la mente que se
revolvieran contra ello. Lo más reciente que tenemos es Tony Blair, porque ni
Merkel y mucho menos Sarkozy están en esto. También se ha de tener en cuenta
como resulta difícil desprenderse de lo que Hayek llama los instintos atávicos.
Según el austríaco no hay nada más peligroso que un conservador invadido por
estos instintos. Rajoy nunca ha sido un político de confrontación de ideas y
menos a partir de 2008. Después de perder las segundas elecciones contra
Zapatero hizo un discurso en Elche donde reclamó “si alguien se quiere ir al partido liberal o al conservador, que se
vaya”. Esto tiene seguro su origen en los entornos de Aguirre que la
intentaron convencer para dar un paso adelante. Por eso en el famoso congreso
de Valencia no se acometió la actualización de los principios del partido, para
evitar dar voz a los liberales y se apoyó en aquellos dirigentes valencianos
que ahora le traen a él y al PP por la calle de la amargura. Esta ha sido su
fatal arrogancia. La de no afrontar el combate de la crisis conforme a los
principios que caracterizaron al PP, la de tener en el gobierno a un
“socialdemócrata” como Montoro.
Dicho esto, tenemos que mirar cómo nos levantábamos en 2011
y cómo nos acostábamos. Prima de riesgo, prima de riesgo, rescate, rescate,
rescate.
¿Cómo ves las
próximas elecciones generales? ¿Crees que el discurso del miedo a Podemos le
vendrá bien al PP y acabará convenciendo al electorado que se quedó en casa el
20-D o seguirán pesando en dicho electorado las traiciones del Gobierno de
Rajoy?
Veo una situación con pocas variaciones en cuanto a
aritmética parlamentaria. Pero cada día veo más posible el sorpasso de Podemos.
No sé si se producirá o les pasará como a Ciudadanos en diciembre. Pero lo veo
factible. También creo que el Parido Popular se acercará más esta vez al 30%,
creo que a C’s le pasará factura su pacto con el PSOE al ser un partido sin
electorado propio y con votos “prestados”. Con esto no quiero decir que los
votos sean de nadie. Pero la base de votantes auto-convencidos con la idea de
centro es muy pequeña. Hay mucho ex votante del PP desencantado que les votó en
diciembre bajo aquello de: yo voy a votar
a Cs porque el PP se tiene que renovar y quiero que pacten con ellos para que
se haga limpia.
El discurso del miedo no le funcionó a Aguirre contra
Carmena en las municipales. El discurso del miedo por sí solo no aporta nada.
Creo que aporta más sus propuestas en materia de impuestos, de autónomos, de
crear 2 millones de empleos y la imagen que han dado tanto Rajoy como Luis de
Guindos en los debates de ser personas que saben gestionar y con experiencia.
Llevaron muy controlados los datos de la incipiente recuperación. Eso junto a qué
viene Podemos les dará oxígeno. Pero el PP no recuperará el músculo que tenía
hasta 2011 mientras no se renueve y actualice sus principios al siglo XXI.
Algunos hablan del nuevo PP, yo creo que deberían pensar en la versión 2.0.
¿Habrá sorpasso de Unidos
Podemos al PSOE? En caso afirmativo, ¿crees que esa situación ayudará para que
el PSOE apoye al PP en una hipotética investidura de Rajoy?
Como he dicho anteriormente lo veo muy probable. Este
domingo alguna encuesta dice que PSOE y Podemos sumarían mayoría absoluta. De
lo que estoy seguro es de que les superará en votos. Otra cosa serán los
escaños, ahí D´Hondt y la olvidada provincia juegan un papel que hace difícil
saber cómo se traducirá en escaños.
Respecto a la segunda pregunta, creo que la única salida
para el PSOE es que Sánchez termine dimitiendo si esto sucede, que se
abstengan, dejen gobernar al PP, que entre PP, C’s y PSOE pacten las reformas
institucionales necesarias y en lo demás hagan una oposición feroz a Rajoy.
Creo que es su única salida, y, aun así, creo que lo tienen complicado. Lo que
tengo claro es que tanto la gran coalición como el pacto con Podemos sería su
suicidio político.
Como todos sabemos,
varios miembros de Podemos ayudaron en su momento al régimen socialista de
Chávez y Maduro desde la fundación CEPS. Tampoco es un secreto la inclinación
chavista de todos aquellos que han colaborado en la asesoría de Venezuela. ¿Es
Podemos, por tanto, un partido de corte chavista? ¿O es socialdemócrata? ¿Hasta
qué punto crees que puede confundir a la gente esa idea de “transversalidad”
que ahora han perdido en su unión con IU?
La videoteca está ahí, la hemeroteca también y puede que el
resto intenten ocultar lo que de verdad piensan, pero Monedero dice lo que
dice. Lo que está claro, y por mucho catálogo de IKEA que hagan, es que
socialdemócratas no son. Hasta no hace mucho Pablo Iglesias cerraba las
campañas de Tsipras. Creo que debemos hablar de Venezuela, pero que lo que realmente
se puede dar en nuestro país es lo de Grecia. Por cierto, Alberto Garzón
también era telonero de Tsipras y se declara comunista. Las hemerotecas están
ahí y las puede consultar todo el que quiera. Pablo Iglesias, por conquistar el
poder se declarará cualquier cosa. Hoy toca socialdemócrata, pero si mañana por
estrategia le toca decir que es del PP, estoy seguro que lo diría.
Por último, ¿te
atreverías a hacer una porra de escaños (aproximados) para el 26-J?
Si, por supuesto, PP 124, Unidos Podemos 86, PSOE 73 y C’s
35. El próximo domingo sabremos cual es el resultado. El Gobierno será otro
cantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario