viernes, 29 de junio de 2018

Colombia se libra de las garras del chavismo

El domingo 17 de junio se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia. El país tenía que elegir entre Iván Duque y Gustavo Petro. Venció Duque con el 54% de los votos, por el 41.8% que consiguió el candidato de izquierdas.
Es digno de celebrar la derrota de Petro, el candidato que representa los ideales del chavismo en el país vecino de Venezuela. Petro fue asesor de Hugo Chávez y sus discursos y puesta en escena se asemejan muchísimo. Petro, al igual que Chávez, pretendía llegar a la presidencia ocultando sus verdaderas intenciones a través de la retórica populista de “Pueblo” contra “no Pueblo”, envolviendo sus palabras de significantes bonitos, utilizando la neolengua para disimular sus intenciones.
Colombia en manos de un adorador de Castro y Chávez, como es el caso de Petro, se hubiera convertido con el tiempo, sin duda, en un espejo de Cuba y Venezuela. El socialismo que encarna el populismo latinoamericano, persecución al mercado e instituciones políticas liberales mediante, condena al pueblo a la miseria mientras la élite vive como “adoradores del capital” al que tanto dicen odiar. Colombia se ha librado de una dictadura gradual que hubiera convertido al país en una cárcel, como ocurre siempre que se ha aplicado el socialismo. Así ocurrió en Venezuela, cuyo proceso contamos en “Salvemos Venezuela”. Y así ocurre en todo país que se echa en brazos del socialismo, en cualquiera de sus vertientes, creyendo promesas que nunca llegan a cumplirse y la profecía se convierte en todo lo contrario.
Poner la economía en manos del Estado y planificar desde el “centro director” al que hacen referencia Hayek y Mises, entre otros, siempre tiene las mismas consecuencias. Poner los derechos civiles y políticos en manos de una élite que persigue al que no piensa como ordenan desde arriba, también. Aunque Petro había rechazado varias veces que su plan fuera planificar la economía como ocurre en el socialismo, no hay que olvidar las mismas negaciones de Chávez en este sentido y lo que ocurrió después: negó que expropiaría empresas y lo hizo, negó que perseguiría a medios de comunicación y lo hizo, negó que perseguiría al capital privado y lo hizo, etc. Basó su política en aquello que había rechazado como candidato, para la “gloria” del Pueblo venezolano, contra los “malos”, los yankis y la oligarquía (no Pueblo).
Petro no iba a ser diferente en este aspecto. Como he dicho antes, Petro se fijaba mucho en los gestos y la forma de comunicar de Chávez, era su ejemplo a seguir. Basando su discurso y su puesta en escena en el mismo populismo latinoamericano, el cual consiste en mentiras, en disfrazar la verdad mediante la retórica de un bonito discurso, emocional y no racional, en principio inclusivo, pero a todas luces excluyente (Pueblo vs no Pueblo; buenos vs malos). En dicho populismo no tienen cabida los “impuros”, los “malos”, la “oligarquía” o como se quiera calificar al ‘enemigo’ del Pueblo.
Ir en contra del libre mercado, de la libertad de expresión, libertad de prensa y libertad política y civil tiene siempre las mismas consecuencias: destrucción de la democracia y afianzar la estructura de la dictadura. Miseria en todos los sentidos.
Colombia ha elegido a Duque y ha rechazado a Petro y al chavismo. El presidente electo de Colombia tiene un reto por delante. Debe cumplir las expectativas que millones de colombianos han puesto en su proyecto. No será fácil. Pero Colombia seguirá siendo una democracia, aunque no sea perfecta. Se libró de las garras del chavismo.

sábado, 2 de junio de 2018

Por qué Hamas es el culpable de lo que ocurre en Gaza

Una nueva oleada de protestas en la frontera de Gaza con Israel por el 70º aniversario de la independencia de Israel y el traslado de la embajada de EE.UU. a Jerusalén acaba con decenas de muertos y centenares de heridos. El titular, que se pudo leer hace un par de semanas en cualquier medio, siempre responde a un perfil predeterminado que pone a Israel en el punto de mira como el malo y el agresor y victimiza a los palestinos como los agredidos.
La inmensa mayoría de medios de comunicación nos dicen que “Israel mata”. La mayoría de políticos se unen a esta declaración de intenciones a favor de la propaganda palestina. Con especial ímpetu desde la extrema izquierda de nuestro país, que sigue el eslogan anti-judío al pie de la letra, el mismo discurso ‘progre' que lleva décadas encima de la mesa, que culpa a Israel y victimiza a Palestina, y a la región de Gaza en particular. Casi siempre sin mencionar una sola palabra acerca de Hamas. Como ejemplo, los tweets del pasado lunes de los dirigentes de Podemos, donde se podía leer todo tipo de culpa hacia Israel, desde asesino a genocida o decir que hay una masacre, sin mencionar una sola vez a Hamas.
Hamas es una organización terrorista que tiene como objetivo primordial la aniquilación y desaparición del Estado de Israel y de todos los judíos, como se desprende de su manifiesto fundacional y de sus comunicados a lo largo de los últimos años. Su modus operandi suele ser el siguiente: utilizar población civil (especialmente niños) como escudos humanos y aprovechar infraestructuras escolares y sanitarias para almacenar armas, bombas y demás arsenal terrorista; además de disparar hacia Israel desde estas infraestructuras. Es decir, utilizar dinero que debería destinarse al desarrollo económico y social de Gaza a fines terroristas. Si Hamas pusiera en dicho desarrollo el mismo empeño que en destruir Israel...
Esta protesta “pacífica” (que dicen algunos) no iba a ser diferente. Las órdenes de Hamas son claras: acercarse a la frontera con cualquier tipo de arma y cualquier tipo de artefacto que pueda ser utilizado para lanzarlo al ejército y población israelí. Varios terroristas han sido sorprendidos mientras intentaban cruzar hacia Israel. Como informan las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), multitud de manifestantes se han acumulado en la frontera, utilizando explosivos, armas, cócteles molotov y hasta cometas incendiarias para violar la valla de seguridad. Las FDI han advertido a los gazatíes contra el acercamiento a la valla de seguridad, pero para que Hamás continúe realizando sus actividades, ellos deben continuar incitando estas manifestaciones”. Por tanto, no estamos ante protestas pacíficas, sino ante protestas que buscan mostrar al mundo la victimización palestina, con Hamas a la cabeza, una vez más. Continuan su camino de querer atacar como sea a Israel. Éste se defiende, como es lógico, y no deja pasar la frontera a quienes vienen a sembrar el pánico y matar a sus ciudadanos.
Hamas tiene retenido al pueblo palestino, a quien no le permite el desarrollo humano, y les obliga a morir yendo hacia la frontera para seguir con el relato que hace de Israel un monstruo genocida. Nada de eso ocurre en la realidad. Debemos ser conscientes de que el Estado de Israel es la conservación de los valores occidentales en Oriente Medio. Quienes manipulan sobre Israel y callan sobre Hamas son aquellos que quieren la destrucción de Occidente, es decir, la destrucción de la democracia y la libertad y dejar paso libre a la barbarie, en cualquiera de sus etiquetas.