viernes, 23 de enero de 2015

Goyo, yo nunca te olvidaré

Hoy hace 20 años que esos hijos de puta de la ETA te asesinaron. Yo tenía poco más de 1 año, no te recuerdo, pero no por ello ignoro quién eres, lo que hacías y por qué te mataron.

Sé que esos cobardes te quitaron la vida porque no te soportaban; no aguantaban la valentía que demostrabas tener, siempre sin complejos, defendiendo tus principios ante las amenazas de esos asesinos. Nunca te doblegaste, tuvieron que dispararte para que, una vez muerto, ellos consiguieran lo que no consiguieron mientras tú estabas vivo.

El PP en el País Vasco era lo que era en gran medida gracias a ti, a tu valentía y a tu lucha por la libertad. De ese PP ya queda más bien poco. Ahora, algunos de tu partido prefieren olvidarte y reírles las gracias al brazo político de aquellos que acabaron con tu vida; los que deberían tenerte siempre presente parece que te olvidan. Han perdido toda dignidad. 

Siento que tu lucha por la libertad en el Pais Vasco -y en el resto de España- la han tirado por tierra algunos de los que deberían llevar siempre tu nombre y tu recuerdo por delante. Y eso me duele. 

Por eso, hoy, cuando se cumplen 20 años de tu asesinato, quiero decirte que yo no te olvidaré, y siempre me acordaré de que fuiste -y eres- el modelo de político que ante las amenazas, no solo no se rinde, sino que da lo mejor de sí. Gracias.

Descansa en paz, Goyo. 

martes, 20 de enero de 2015

La crisis no es culpa del liberalismo

A menudo leo en diferentes debates de las redes sociales y en algunos periódicos -y escucho en debates televisivos, de esos que aburren- que "el liberalismo nos exprime", que "los mercados mandan" e incluso que "necesitamos más Estado", hasta el punto de que digan que "la culpa de esta crisis la tiene el liberalismo".

Todos sabemos -o deberíamos saber- que el liberalismo se caracteriza por querer una reducción del tamaño del Estado, y por ende de su poder sobre los individuos. El Estado es coacción, ya que obtiene sus recursos obligando a los ciudadanos a pagar impuestos. Pues algunos siguen pensando que un modelo liberal es aquel en el que, como ocurre en España, el sector público ocupa casi el 50% del PIB. Incluso lo tachan de "dictadura capitalista", cuando aquí la única dictadura que existe es la de los empleados públicos -de los cuales el 45% son personal laboral y cargos de confianza politica, nombrados a dedo con total discrecionalidad-, y la más temida y que ningún político del Consenso parece estar dispuesto a acabar con ella, la dictadura de los impuestos.

Si el liberalismo quiere decir algo, quiere decir contención del poder político. Lo que sucedió fue lo contrario: la política se expandió como nunca, con un crecimiento espectacular del gasto público en nuestro país, mientras las autoridades alegaban que no pasaba nada, porque había superávit fiscal, un superávit ficticio, pues los ingresos eran generados por la burbuja inmobiliaria, y esos ingresos no iban a permanecer intactos toda la vida.

Los políticos hicieron lo contrario de lo que había que hacer: no solo gastaron sin freno en los años de la burbuja -y ahora le echan la culpa al ciudadano privado, supuesto modelo de irresponsabilidad- sino que cuando, en 2010, sus medidas se revelaron explosivas y debieron corregirlas no frenaron ni redujeron el gasto como deberían haberlo hecho. En contra de lo que proclamaron una y otra vez, no hubo austeridad. Como señala Juan Ramón Rallo en 'Una alternativa liberal para salir de la crisis', a finales de 2011 el gasto público real por habitante se encontraba un 12% por encima del de 2007, es decir, por encima del nivel de gasto público que sufríamos en el apogeo de la burbuja productiva y de la burbuja estatal. Además, entre 2001 y 2011 el gasto de las Administraciones Públicas aumentó más de 210.000 millones de euros, un 21% del PIB. ¿Liberalismo? ¿Dónde?



En Sanidad, el gasto anual se incrementó desde los 35.000 millones de euros -1.600 dólares internacionales por habitante- en 2001 a más de 60.000 millones -2.700 dólares internacionales por habitante- en 2007. La mayor parte de ese incremento se debe al aumento del gasto en personal -que pasó de 15.000 millones de euros en 2001 a 26.000 millones en 2007-.

En Educación, entre 2001 y 2007 el gasto total creció en 18.000 millones de euros, hasta superar los 46.000 millones. Si ponemos estas cifras en relación con el alumnado, nos damos cuenta que España ha sido el país que más ha aumentado el gasto público por estudiante entre 2001 y 2007: más de un 50%, hasta los 7.800 euros. Ese gasto está por encima de todos los países de la Eurozona, excepto Suecia y Dinamarca. Estos datos son los que deben olvidar los presentes en las mareas verdes cuando piden más gasto en Educación. ¿Todavía quieren gastar más? 

Con todo, más significativo es que, al relacionar ese gasto por alumno con la renta per cápita de cada país, España aparece como el que más porcentaje de su renta destina a la educación pública de toda la Unión Europea. Es decir, es el país cuyo Estado realiza más esfuerzos financieros en la educación pública. Aun así, siempre aparecen los que piden más gasto.

Para colmo, tanto las autoridades del PSOE como las del PP aumentaron la deuda pública e hicieron lo peor que se puede hacer en una crisis: subir los impuestos Saqueo tras saqueo, tanto el Gobierno de Zapatero como el de Mariano Rajoy no afrontaron la crisis como había que hacerlo. Se dedicaron a continuar las mismas políticas de gasto, déficit y deuda pública, y en definitiva un intervencionismo que algunos ven como liberalismo, demostrando en ellos mismos su propia ignorancia o demostrando que no quieren reconocer la miseria intervencionista.


¿Por qué algunos equivocan liberalismo con intervencionismo?
Porque no quieren reconocer la miseria intervencionista.

Como podemos ver, el gasto público creció sobremanera en la década pasada -y sigue creciendo-, siguen aumentando los impuestos -ya sea el PSOE o el PP del socialdemócrata Rajoy-, la deuda pública acecha la barrera del 100% del PIB -es decir, debemos la misma cantidad de dinero que la que generamos-, y todavía algunos siguen llamando liberalismo a este sistema, que peca de todo menos de ser liberal, y continúan demostrando su ignorancia confundiendo Estado y Mercado. 

La crisis no ha sido culpa del liberalismo, sino del socialismo y todo intervencionismo. Y como decía Henry Hazlitt en 'La Economía en una lección', todo intervencionismo es antieconómico, pues solo tiene en cuenta las consecuencias que saltan a la vista, pero ignoran las que no se ven, es decir, solo contemplan los resultados inmediatos, sin preocuparse por las repercusiones a largo plazo, entre las que se cuentan la riqueza no creada o incluso destruida por las regulaciones, la inflación y los impuestos. Decía que es antieconómico ya que el primer principio que toda política económica debe seguir es el de mirar al conjunto de la economía -el conjunto de la población- y al largo plazo.


La solución a esta crisis sí pasa por el liberalismo (reducir el gasto público, reducir impuestos e imponer menos regulaciones), y por un aumento de la iniciativa individual frente a lo impuesto colectivamente. Es deber de cada uno saber qué le interesa; yo lo tengo claro, manejo mejor mi vida yo mismo que unos funcionarios o los políticos de turno. 

sábado, 17 de enero de 2015

El aborto en España y el derecho a la vida

El Instituto de Política Familiar ha presentado un Informe sobre el aborto en España en el periodo comprendido entre 1985, con Felipe González en el gobierno, y 2013, con el gobierno de Rajoy. 
El informe -en mi opinión- nos presenta el aborto como un problema de nuestra sociedad, que se va haciendo cada año más grande y que los políticos a la hora de la verdad no luchan por hacerlo más pequeño.

El Consenso no deja llevar a cabo una reforma de la actual Ley del aborto de 2010, la famosa "Ley Aído". El PP llevaba en su programa de 2011 la reforma de dicha ley abortista para ayudar a la maternidad, a los no nacidos y a la familia. Pero por motivos que todos sabemos, esa reforma se quedó en el cajón, llevándose por delante a Alberto Ruiz-Gallardón, el que era Ministro de Justicia por aquel entonces. 

Mariano Rajoy decidió no llevar a cabo la reforma que había prometido durante la campaña de 2011, para sumar otra traición a sus votantes y a España en general. Rajoy sacó a la luz sus principios socialdemócratas -es lo único que ha demostrado con sus políticas en estos tres años de gobierno-, y decidió que "por falta de consenso" era mejor dejar esa promesa a un lado. 

¿Qué dice el Informe sobre el aborto en España?

1) Número de abortos

En España, se produce un aborto cada 4.8 minutos, que son 12 cada hora, lo que al día suman 298 abortos. 298 vidas menos cada día.

Como vemos en el gráfico, el número de abortos totales ha ido aumentando año tras año, excepto en 2013, donde también bajó el número de embarazos, por lo que el porcentaje de abortos respecto a embarazos creció un 2.6%. O sea, estamos ante un dato engañoso, parece que baja el número de abortos, pero al haber bajado también el número de embarazos -en mayor medida- el porcentaje de abortos/embarazos subió.

Las defunciones por abortos que se producen en un año es superior a las del cáncer (102.762 en 2012), son 30 veces más que las producidas por los suicidios (3.539 suicidios en 2012), casi 100 veces más que los accidentes de tráfico (1.134 muertes en 2013) o casi 360 veces más que los homicidios (303 homicidios en el 2012). 

2) % de embarazos que termina en aborto


Viendo la tendencia creciente, ¿dónde está el límite? Actualmente, 1 de cada 5 embarazos que se producen en España termina en aborto.

3) Aborto libre

9 de cada 10 abortos se producen a petición de la mujer, sin aducir ningún tipo de causa. Lo que se convierte en una 'barra libre' de abortos, por mucho que las clínicas abortistas y aquellos que defienden este asesinato silencioso digan lo contrario. El aborto por anomalías en el feto o por riesgo para la mujer embarazada es pequeño en comparación con el aborto libre, el aborto del "porque sí".

4) Mujeres que han abortado con 1 o más abortos anteriores


De cada 2.5 abortos, 1 es de una mujer que ya había abortado como mínimo una vez anteriormente. Dicho de otra manera, de cada 10 mujeres que han abortado, 4 lo han hecho más de una vez. 

5) Número de abortos según el partido que gobierna


Viendo este gráfico nos podemos dar cuenta de ni PP ni mucho menos PSOE han puesto intención en parar la sangría de abortos. Como decía, el Consenso no permite una sociedad pro-vida, no permite una política pro-vida y este gráfico es buena prueba de ello. 

El PP, en su programa electoral de las generales de 2011, decía lo siguiente:

          - "La maternidad debe estar protegida y apoyada. Promoveremos una ley de protección de la maternidad con medidas de apoyo a las mujeres embarazadas"

           - "Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida"

Como palabras que se lleva el viento, este punto sobre maternidad y aborto -al igual que muchos otros sobre economía, terrorismo, etc.- ha puesto de manifiesto la falta de principios del gobierno de Rajoy. Luego sale diciendo que "prometer algo que no se puede cumplir no tiene sentido", en referencia a Podemos, cuando yo pensaba que se refería a él mismo y a su gobierno, como han demostrado en estos tres años. Han prometido algo que no han podido -o no han querido, que es más exacto- cumplir.

El derecho a la vida

El artículo 15 de la Constitución Española dice que todos tienen derecho a la vida. Todos. No según quiera la madre. Tampoco si viene con malformaciones. ¿Acaso una persona con alguna malformación es menos persona que tú o yo? ¿Un feto con síndrome de Down no merece vivir por el hecho de tener esa pequeña diferencia, que no le impide ser humano como tú o yo? Por supuesto que merece vivir. 

La Declaración de Derechos Humanos, en su artículo 3, dice que todo individuo tiene derecho a la vida. Y en el artículo 5 dice que nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles; y todo aquel que haya visto un aborto sabe lo cruel que es para el feto -ahogado, quemado, triturado, etc.-.


Como decía la Madre Teresa de Calcuta, el aborto es el acto más diabólico que puede cometer el hombre. Ella decía que no entendía el aborto. Yo tampoco lo entiendo como acto, pero sí como consecuencia de una sociedad irresponsable, que desea vivir sin compromiso por nada ni nadie.

Y lo más curioso de todo, aquellos que defienden el aborto ya han nacido. Encima son egoístas.

"Quien negara la defensa a la persona humana más inocente y débil, a la persona humana ya concebida y no nacida, cometería una gravísima violación del orden moral. Nunca se puede legitimar la muerte de un inocente. ¿Qué sentido tendría hablar de la dignidad del hombre, de sus derechos fundamentales, si no se protege a un inocente, o se llega incluso a facilitar los medios para destruir vidas humanas inocentes?" 

viernes, 9 de enero de 2015

Anaqueles vacíos, ideología vacía

Desde hace algún tiempo los supermercados venezolanos son víctimas de la escasez, del agotamiento. No llegan productos a sus estanterías. Estos días ha sido noticia (una vez más) esa escasez de productos. Son famosas las imágenes que nos ofrecían los ciudadanos venezolanos de los estantes vacíos de comida, bebida, etc., en los supermercados, hasta el punto de llegar a Twitter a través del hastag #AnaquelesVaciosEnVenezuela. Escasez bolivariana que lo llamo.





La ‘Robolución’

La revolución bolivariana ha degenerado en "robolución", donde la oligarquía chavista hace y deshace a su antojo en un país quemado por el socialismo y la falta de libertad.

En Venezuela impera lo que Chávez llamó ‘Socialismo del siglo XXI’ (La Robolución), el cual lo expresó de la siguiente forma: “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad". El amor y la libertad se quedaron por el camino. Con igualdad no hay libertad. Palabras vacías, igual que los anaqueles (las estanterías de los supermercados).

Este socialismo del siglo XXI no es más que el socialismo de siempre con el nombre de “siglo XXI” como si de una ideología modernizada se tratara, cuando en realidad es el socialismo de dos siglos atrás, con las mismas faltas de libertades y un estatismo que se come todo lo que encuentra a su paso.

El socialismo, ideología vacía

Como digo, el socialismo del siglo XXI al que se refería Chávez no es más que el socialismo de siempre. Y el socialismo es una ideología vacía.

Vacía de libertad, la cual es primordial en el individuo. ¿Qué libertad había en el nacional-socialismo hitleriano? ¿Y en el socialismo soviético? ¿Qué libertad hay en Cuba, donde los Castro siguen sin levantar el bloqueo de la dictadura, el principal bloqueo que debe terminar?

Vacía de futuro. La mirada anclada en el siglo XIX, sobre todo en Simón Bolívar en los países sudamericanos, como si de un Dios se tratara. Como dijo Alexis de Tocqueville, el socialismo es una nueva forma de esclavitud. En este caso una esclavitud fijada en la mirada al pasado. Y una esclavitud en la que el líder ordena y manda, y lo que diga éste, hacen los demás, como han demostrado los socialismos del resto del mundo a lo largo de la historia del socialismo.

Vacía de autocrítica. Los males que provoca el socialismo siempre se achacan al “maldito liberalismo”, aun cuando éste no existe en una sociedad latinoamericana, que como la española, es absorbida por el consenso. Un consenso bolivariano, basado en la imposición de las tesis de Bolívar como si de un dogma de fe se tratara, junto al socialismo, como en su día expresó Hugo Chávez. 

Viendo el socialismo como una ideología vacía, no sorprende que en Venezuela haya supermercados vacíos, o incluso se queden sin petróleo. Anaqueles vacíos por una ideología vacía.

Espero que el socialismo se vaya vaciando de apoyo, tanto en Latinoamérica como en el resto del mundo, es un daño liberticida que debemos hacer frente desde el combate de las ideas. Hacer ver que libertad es mejor que planificación estatal, hacer entender que cada individuo maneja mejor su vida que el Estado, explicar que la libertad de expresión es algo básico y que no deben venir los políticos de turno a censurar lo que opines, lo que ves o lo que lees. 

martes, 6 de enero de 2015

Libertad versus Consenso

"Los ejércitos se forjan en la guerra. Esta es la lucha entre la España verdadera y los marxistas". Así respondía el General Francisco Franco en una entrevista que le hacía el periódico News Chronicle el 29 de julio de 1936, pocos días después de comenzar la Guerra Civil con el golpe militar del 17 de julio en Melilla y del 18 en la Península.

"Esta es la lucha entre la España verdadera y los marxistas". En la España actual, la que se rige por las chapuzas del 78, la España verdadera sería algo así como PP y PSOE quieren.
Verdadera no para mí, ni mucho menos, pero sí lo que defienden estos dos partidos anclados en la vieja política. 

Esta respuesta que dio Franco podría ponerse en boca de muchos dirigentes 'pepesoístas' sin ningún problema. ¿Se imaginan a Rajoy diciendo que las próximas elecciones generales son una lucha entre la España verdadera y los marxistas? Yo sí, detrás de una televisión de plasma, pero lo imagino. En boca de Pedro Sánchez, ídem.

En España reina el consenso del 78, un consenso político basado en el miedo y en una falsa
representación que hace creer al pueblo que tiene poder de decidir, que como dijo Vaclav Havel, es el origen de la cultura de la mentira. Y la España del consenso es medalla de oro en la mentira.

En esa España (la del consenso), que lucha cada día por seguir aupando a una oligarquía caduca (que debe terminar)la "España verdadera" a la que se refería el 'Generalísimo' no puede ser el bipartidismo PPSOE, ni mucho menos. Aunque Rajoy y Sánchez pudieran decirlo y quedara bien en oídos de un hooligan del PP o del PSOE (hoy en día viene a ser el mismo hooligan), la España verdadera debería ser aquella que quiera regenerar la política, la que desea fervientemente una España bajo la manta de la libertad y no del consenso; del liberalismo y no del socialismo (sea cual sea el partido, como dijo Hayek en la dedicatoria de "Camino de servidumbre", en todos los partidos hay socialistas). 

Y es que en las próximas elecciones no se juega un "partido" España verdadera vs marxistas, sino libertad vs consenso. Y me temo que va a volver a ganar el consensocon el tridente liberticida, colectivista y saqueador PPSOEMOS (PP, PSOE, Podemos) a la cabeza. Pobre España.