La mentira y el populismo son dos características que
definen a (los sistemas políticos) autoritarios y totalitarios. Ejemplos sobran a
lo largo de la historia: Lenin, Hitler, Stalin, Fidel Castro, el Che, Chávez, etc. Estas dos características suelen ir también de la mano de partidos políticos que
dicen querer regenerar la política, pero cuyo objetivo en verdad es seguir
haciendo lo mismo que la casta a la que vienen a sustituir, esa oligarquía
caduca que degenera casi en dictadura.
El ejemplo más reciente lo tenemos en España con Podemos. Un
partido presentado como el adalid de la política. Puro, inmaculado. Nada de eso
en la realidad. Más de lo mismo que la casta política actual, a la que quieren
sustituir para formar una “neocasta”, la casta joven, y ahondar, aún más si
cabe, en la falta de libertades sociales y económicas que padecemos hoy en día
en España.
Pablo Iglesias y su concepto de pacto
En el poco tiempo que llevan Pablo Iglesias y Podemos en la
actualidad mediática y política de nuestro país, son varias las ocasiones que
han tenido para dar a luz sus propuestas, métodos de participación o conductas políticas
que decían querer borrar a toda costa.
Una de ellas es la política de pactos, “en los reservados”,
llevada a cabo de forma secreta entre dirigentes de varios partidos políticos a
la hora de sellar dichos pactos, electorales o de cualquier otro tipo. Hace un
año, en junio de 2014, Pablo Iglesias se refería sobre esto. “Ya es hora de que
los pactos se hagan de cara a la calle y no de forma secreta en los reservados,
que dejen de jugar con los ciudadanos”, dijo el líder de Podemos en alguna de
sus apariciones televisivas.
Pues bien, un año después hemos visto que nada de eso era
cierto. Esta semana hemos podido saber que Pablo Iglesias se reunió en secreto
con Pedro Sánchez. Aquellas formas que el primero tanto criticaba ahora lo hace
él. Ese “que dejen de jugar con los ciudadanos” sonaba bien, pero ahora que es
él quien juega con los ciudadanos no le importa nada. Así son los populistas.
Dicen una cosa y cuando tienen la oportunidad hacen aquello que critican.
Todos sabemos del populismo de Pablo Iglesias; no es nada
nuevo. Sabe hablar para comunicar a las masas, para que le crean aunque diga
cosas que sabe que no se pueden cumplir o que no va a hacer. En Ciencia
Política se habla de varios tipos de liderazgo. Uno de ellos, el que más
representa Pablo Iglesias, es el carismático (aunque para algún que otro "ciego" de Podemos pueda ser el Gran Hombre). Este tipo de liderazgo suele
tener desviaciones negativas. En este caso podríamos identificar dos
desviaciones: la totalitaria y la populista.
Podemos y los referéndums post-electorales
Alguna que otra vez varios dirigentes de Podemos, como el
propio Pablo Iglesias o Carolina Bescansa, han dicho que los pactos electorales
de Podemos se harían a través de un referéndum donde militantes y simpatizantes
de Podemos decidirían el futuro del partido político de los círculos. Textualmente
dijo Bescansa en enero de 2015: “En Podemos todos los pactos post-electorales
los decidirá la gente mediante referéndum”. Otra mentira. Ni se han hecho ni seguramente se harán dichos
referéndums. Los posibles pactos se celebrarán en secreto como la reunión entre
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez o al margen de la gente, como todos los demás
pactos.
Hay una cosa peor que mentir, y es no reconocer que mientes.
Es lo que pasa en Podemos, donde se enfadan si les dices que han mentido,
mienten y seguramente mentirán; puesto que los movimientos políticos totalitarios
y autoritarios (y Podemos lo es) como he dicho al principio, suelen tener las características
de la mentira y el populismo. Podemos no iba a ser una excepción.
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